martes, 6 de septiembre de 2016

La educación física en Roma

En los primeros tiempos de Roma la educación era predominantemente campesina y militar, oponiéndose los viejos romanos a la penetración de las costumbres helénicas. En gimnasia los romanos no innovaron. Los romanos nunca se pusieron de acuerdo sobre la educación física.
Ni la abandonaron ni tuvo la consideración de la época griega clásica; como ya señalamos, la influencia sobre Roma fue todo de la época helenística, en la que la importancia de la educación física había disminuido ostensiblemente. El tipo de gimnasia que más proliferó en Roma fue la gimnasia atlética y profesional que se manifestaba en los espectáculos de lucha y que despertaba pasiones muy fuertes entre los espectadores.
La educación física romana se puede comparar con la desarrollada en Esparta. Se competía en natación, lucha y atletismo, todo hacia un desarrollo físico de los jóvenes romanos con fines militares. En el hogar los padres le enseñaban destrezas físicas necesarias para la milicia, tales como el uso de la espada, lanza, el escudo, la jabalina y la monta de caballo. En resumen, se enfatizaba desde edades tempranas el desarrollo de aptitudes físicas especializadas (fortaleza, agilidad, tolerancia y destreza motoras particulares) que son necesaria para desarrollar un eficiente soldado Romano.      
El entrenamiento físico para los niños estaba orientado casi exclusivamente hacia fines militares. Los ciudadanos entre las edades de 17 y 60 años eran responsables de cumplir con el servicio militar. Se consideraba a la actividad física importante aparece el desarrollo de una buena condición física y para servir al estado cuando así se los solicite la nación. Los soldados seguían un itinerario de entrenamiento riguroso e inflexible, el cual consistía de una gran variedad de actividades físicas, tales como la marcha, correr, los saltos, la natación y los lanzamientos de la jabalina y disco.  
Los romanos no tenían una valoración estética del cuerpo, no buscaban la síntesis entre armonía física y el desarrollo mental, sino, el cuerpo era para ellos un instrumento a someter a la razón y a la voluntad, o una fuente de placeres.
Los romanos no creían en la belleza y simetría del cuerpo, ni en la armonía o el desarrollo equilibrado del individuo. Se enfatizaba en el juego bruto, sucio y sangriento. Sin embargo, era considerado de gran importancia un alto sentido de morales.
Los romanos no tenían una filosofía educativa que proyectara el desarrollo integral del individuo. Eran más bien espectadores que participaban en deportes, prefiriendo el profesional y el de gladiadores. Como espectadores, los romanos, demandaban una violencia insaciable.
Se aceptaba el profesionalismo en el deporte, dando énfasis en carreras con carruajes y combates con gladiadores y hasta con bestias. Estas contiendas deportivas estaban plagadas de violencias, crueldad y brutalidad.        
El tipo de gimnasia que más proliferó en Roma fue la gimnasia atlética y profesional que se manifestaba en los espectáculos de lucha y que despertaba pasiones muy fuertes entre los espectadores; espectadores que buscaban estos espectáculos como contrapunto a su vida ociosa. Es la degeneración de la gimnasia.


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